[Sala Caligari #13×05] Titane (13 dic 2021)

 

En la última clausura del Festival de Cannes, Sharon Stone entregaba la Palma de Oro a Julia Ducournau, la segunda mujer en ganar este galardón –Jane Campion lo ganó en 1993 por El Piano. Titane ha incomodado y entusiasmado, ha dividido a la crítica y al público. Está, decididamente, excavando en las profundidades del gusto. Titane es furiosa, es intratable, es demasiada. Es una película síntoma –habla desde el pasado, desde lo más arcaico–, es una película-cuerpo –habla de lo que se presentifica, es el verbo agrediendo a la carne– y, ante todo, es una película avant-garde –nos lanza al futuro. No nos da las claves desde dónde la podemos mirar. Por eso es tan respetable, por eso ha enfadado tanto. Leí un tuit en el que un director de cine confesaba haber pensado que las señoras de primera fila no aguantarían Titane. Finalmente, tuvo que salirse él y ellas permanecieron en la sala. En sus palabras: “se quedaron tan campantes”. Carlos F. H. Heredero decía en la prestigiosa Caimán Cuadernos de Cine que llegado un momento del film, Julia Ducournau “acaba perdiendo los papeles”. Dejémonos enseñar por estas señoras tan campantes: vayamos al cine, volvamos al cine y no nos salgamos de la sala porque esos papeles que pierden las mujeres merecen ser leídos, uno a uno, aunque escapen a la escritura. No tengan miedo a Titane. No tengan miedo a las mujeres. Escúchenlas, una por una. Sin eso, qué difícil será amar.